Hay veces en las que un gripazo (o una faringitis de las mías) viene hasta bien. Un par de días de estar tirado en el sofá con el portátil (que viva el Remote Desktop), de subir planos pendientes, y de encontrar cosas curiosas. Es otras palabras, que hoy va a seguir la sobredosis de posts.
Un café con gelocatil y a la carga.